Cada cuatro años se celebran elecciones sindicales y con ellas se hace realidad el derecho de todos los trabajadores de poder elegir libremente a sus representantes ante la Administración, designar a los compañeros que serán los encargados de defender los intereses y negociar para mejorar la situación laboral de enfermeros y enfermeras.
El 28 de marzo los trabajadores de la Administración regional están llamados a las urnas para cumplir con el derecho y el deber de votar. Estas elecciones afectan a todas las Consejerías, al Servicio Murciano de Salud y a los organismos autónomos. Es ahora el momento de decidir en quién queremos depositar nuestra confianza.
Decidir nuestro voto debe ser ante todo un acto de reflexión. Como profesionales de un sector como es la Enfermería en el que tomar una decisión es siempre producto de una valoración aséptica y detallada, decidir a quién dar nuestro voto debe ser fruto igualmente del análisis. En estos últimos cuatro años se han hecho algunas cosas y otras están aún por hacer, ahora es el momento de poner en la balanza y de decidir si el trabajo sindical ha respondido a las expectativas previstas.
Se han firmado pactos y acuerdos, tanto a nivel de nuestra comunidad como a nivel estatal; aprobado decretos, uno de ellos mejorando nuestra profesión y dándole seguridad jurídica a nuestras actuaciones del día a día como enfermero/a; ha habido importantes avances, eso es indudable pero, la cuestión es ¿ha sido suficiente?, ¿se podía haber hecho más?
Es ahora cuando nos toca decidir, evitar ‘los cantos de sirena’ y ‘los brindis al sol’. Los colegiados, trabajadores del Sistema Sanitario Público, tienen que cumplir con la obligación de acudir a las urnas el día 28 de marzo, teniendo presente que su voto debe ser útil y servir para defender a nuestra profesión y a los profesionales.