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El Consejo General de Enfermería ha presentado el análisis de la situación de las residencias sociosanitarias.
Casi la mitad de los centros sociosanitarios analizados no están preparados para la segunda oleada por COVID-19 y uno de cada diez ni siquiera tiene un plan de respuesta.
- Los datos de asignación de residentes por cada enfermera resultan extremadamente preocupantes y dejan en evidencia la vulnerabilidad del sector. Difícilmente se puede prestar el cuidado adecuado a las personas residentes cuando una sola enfermera tiene entre 50 y 100 personas a su cargo.
- La baja retribución y la situación de sobrecarga asistencial que deben afrontar diariamente las enfermeras hacen que estos puestos no sean atractivos para los profesionales.
- Sólo 3 de cada 10 residencias tienen historia clínica compartida con otros centros sanitarios, por lo que se rompe la continuidad asistencial.
- Durante la crisis sanitaria ha fallecido una media del 5,5% de los resistentes de los centros: lo que podría suponer en torno a 20.000 personas.
- Ha habido una escasez generalizada de material de seguridad en las residencias, especialmente de EPIs. Y dicha escasez ha sido un 14% mayor en la públicas que en las privadas.
- Uno de cada diez de los centros sociosanitarios analizados (un 12,5%) seguía sin disponer de un plan de respuesta frente al COVID-19, un dato tremendamente preocupante cuando estamos ya inmersos en la segunda oleada.
La Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería y el Sindicato de Enfermería SATSE, acordó poner en marcha un estudio que analizase la situación en la que se encontraba el sector sociosanitario. Tras meses de trabajo intensivo, hoy se ha presentado, en rueda de prensa telemática, el estudio “Análisis de la situación de las residencias sociosanitarias en España”. Una investigación independiente realizada gracias al trabajo de campo de los delegados y delegadas de SATSE y que, junto a la Mesa de la Profesión Enfermera, ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica (SEEGG).
Una sobrecarga que llega a superar los 100 residentes por enfermera
Uno de los datos más preocupantes obtenido en el estudio es el elevadísimo número de residentes que tiene asignado cada enfermera en el sector sociosanitario, que se incrementa todavía más en los turnos de tarde y noche y de fin de semana. De forma global, una enfermera tiene asignado un total de 46 residentes por la mañana y 71 por la tarde, un valor desproporcionado que se multiplica en el caso de los domingos y festivos (71 pacientes por enfermera en los turnos de mañana y 92 por la tarde).Estos datos se multiplican cuando se trata de residencias del ámbito privado, donde se llegan a superar los 100 residentes asignados en los turnos de tarde de fin de semana. Los centros de gran tamaño tienen menor ratio enfermeras por residente y en el turno de noche se reduce drásticamente la dotación de profesionales incluso en la atención a grandes dependientes que requieren una elevada demanda de cuidados.
Los datos de asignación de residentes por enfermera resultan extremadamente preocupantes al dejar en evidencia la vulnerabilidad que tiene el sector sociosanitario en España. Difícilmente se puede prestar el cuidado adecuado a las personas residentes cuando una sola enfermera tiene entre 50 y 100 personas a su cargo y muchos centros ni siquiera cuentan con enfermeras en su plantilla.
Esta sobrecarga tan brutal obliga a las enfermeras a tener que delegar algunas tareas y actuaciones en el 93,7% de los centros, las cuales son realizadas fundamentalmente por auxiliares y los llamados gerocultores. “Se necesita el apoyo para estas actuaciones porque no hay suficientes enfermeras y, como consecuencia, las que hay están saturadas de trabajo”.